Actividades para niños

Una buena opción para fomentar la participación y el interés de los niños a la hora de desarrollar este contenido es, mostrar un vídeo relacionado a los símbolos patrios Salvadoreños.

Realizar talleres en los cuales los niños se expresen utilizando su creatividad e imaginación. 

Haciendo simplemente el uso de un reproductor de sonido, entonar todos juntos el himno nacional.

Llevarle a los niños y las niñas, laminas ilustradas en las cuales se muestren los distintos símbolos patrios de El Salvador.

Utilizando vestimentas típicas, realizar actividades culturales.

Fomentar la expresión y la comunicación en los niños, realizando pequeños grupos de dialogo, dentro de los cuales los niños y las niñas expresen lo que mas les gusta, lo que no. y todo lo que han aprendido. 

Valorar símbolos patrios y costumbres de El Salvador promoviendo la identidad cultural.

Valorar símbolos patrios y costumbres de El Salvador promoviendo la identidad cultural.

A través de este objetivo se pretende desarrollar en todos los niños y las niñas lo que es la identidad cultural, fomentando de el reconocimiento de los símbolos patrios y la identificación de las distintas costumbres y tradiciones propias de El Salvador.

Talleres que podemos trabajar con los niños

Algunos talleres pueden ser:

Participar en danzas, dramatizaciones y creaciones propias del arte salvadoreño y de otras culturas.

Otro de los objetivos es: Participar en danzas, dramatizaciones

y creaciones propias del arte salvadoreño y de otras culturas.

A través del segundo objetivo de esta temática Globalizado, se pretende que los niños y las niñas aprendan un poco mas afondo sobre la cultura de nuestro pais.

Utilizando la leyenda de "Chasca la diosa del agua"  Se puede hacer una puesta en común expresando de forma oral lo que les gustó, identificando quiénes son los personajes de la leyenda. Se pueden escribir con la ayuda de todos en la pizarra o si se tiene escrita enun papelógrafo, se sugiere subrayar el nombre de los personajes.

Se puede continuar invitándoles a realizar una dramatización, se les motiva a realizar la elección de los personajes de acuerdo a su interés para organizar el drama. Previo a la dramatización, se puede organizar un taller para crear su propio vestuario y otro taller para decorar el escenario.

Durante la dramatización, se puede poner música folclórica o de marimba de fondo; al finalizar la dramatización, se recomienda comentar sobre la importancia de que conozcamos y mantengamos viva nuestra cultura y tradición oral de nuestro país. 

Otro día se les puede incentivar a conversar sobre

los símbolos patrios y la importancia que tienen para

nuestra cultura, se sugiere invitar a hacer una galería

de arte salvadoreño, donde se puedan apreciar los

símbolos patrios, diferentes leyendas de nuestro país,

trajes típicos, comidas típicas, entre otras. Para el

desarrollo de esta actividad se sugiere realizar talleres

para que sean los niños y las niñas quienes preparen las

diferentes actividades.

Leyenda Corta para niños: Chasca la Diosa del Agua

CHASCA LA DIOSA DEL AGUA

Chasca era la Diosa de los pescadores. Salía en la Barra de Santiago, en las noches de luna, remando sobre una canoa blanca. La acompañaba Acayetl, su amado. La pesca abundaba en esas noches. Aún hoy día se la recuerda:

Pescador, salió la luna, desenvuelve tu atarraya: esta noche es de fortuna, pues ya viene, la hermosa canoa blanca. No temas, Chasca es buena, no hay quien sea como Chasca que le quita a uno la pena cuando sale en su gran canoa blanca.  

Miguel Ángel Espino

En un tiempo lejano. En la Barra vivía Pachacutec, un viejo rico, pero cruel. Tenía una hija prometida por él a un príncipe zutuhil. Se llamaba Chasca y era bella. 

Un día ella conoció a un pescador, apuesto mancebo a quien llamaban Acayetl. Vivía en la isla del Zanate. Y se amaron. Pero Pachacutec se opone a ese amor. Sin embargo, todos los días, cuando el sol abría los ojos tras la montaña, ella escapaba de la choza, situada entre un bosquecito de guarumos y se iba a la playa, donde Acayetl desde su balsa cantaba dulces canciones. Pero una mañana fue triste. La poza del Cajete amanecía dorada por el sol. Un viento frío que se arrastraba raspando los piñales vecinos, olía a mezcal. Triste y fría, triste y callada; triste y solitaria; así estaba la poza del Cajete. De pronto, una canoa apareció. Era Acayetl. Corría, y ya se acercaba a la playa, cuando entre los juncos de la orilla un hombre oculto disparó una flecha. Era un enviado de Pachacutec. El pescador cayó muerto. Y cuando el mar se estaba poniendo rojo, una mujer gritó en la playa. Era Chasca. Corrió loca en su dolor. Poco después volvía con una piedra atada a la cintura y se lanzó al agua. El mar tiró sus olas sobre el cuerpo de la virgen. Cuando Pachacutec murió, era una noche de luna. Entonces se apareció por primera vez Chasca, en su canoa hecha de una madera blanca, al lado de Acayelt. En el paisaje de arena y sal, sobre el fondo negro del monstruo que se agita, a la luz serena de la luna llena, Chasca, con su vestido de plumas, es la eterna nota blanca de la Barra.

Reprecentar personajes en narraciones de tradición oral de la comunidad y del país.

Enseñar  a los niños y a las niñas la importancia que posee el identificarse con lo que son sus raíces, de tal modo que es casi imposible dejar de lado lo las leyendas y mitos que hacen que nos identifiquemos como salvadoreños.

A la hora de desarrollar este contenido dentro del salón de clase debemos considerar distintos factores en cuestión de lo que decimos y como actuamos, cuidando de preservar la integridad de los niños y niñas.